Por Ricardo López
Pablo, llamado apóstol de Jesús, el Cristo, por voluntad de Dios, a vosotros, que estáis en Venezuela y los que están en el exilio, América, Europa y los confines del mundo , gracia y paz de Dios, nuestro Padre, por nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.
Hermanos, Dios les ama mucho, y nosotros sabemos que él los ha elegido antes de la fundación del mundo para que sean su pueblo.
Pero supe que se alejaron del Dios Vivo para seguir a un hombre como su dios, engendrado según la carne.
Este hombre no únicamente peco sino que llevo a pecar a todo el país,
Llevándolos a la brujería hechicería e inmundicia.
Por eso nuestro Dios permitió la corrección que ustedes viven.
A los exiliados en el mundo, les manda nuestro Señor Jesucristo, dejen el nombre de Venezuela en alto. Cada uno de ustedes son embajadores de su patria, por lo tanto de Dios.
La dispersión del Pueblo venezolano ha finalizado, nuestro Dios y Padre los traerá nuevamente a su tierra,
El ha visto las lagrimas de cada uno de ustedes, pero de este proceso ha sacado fruto de humildad, que como un aroma fragante llega hasta el cielo.
El Principio y Fin ha declarado que restaurará a Venezuela, donde todos los ojos que vieron su
humillación, observaran su grandeza.
La lluvia postrera será mejor que la primera. La recuperación espiritual y moral se ha iniciado. Venezuela vivirá nuevamente.
Se elevara, no únicamente para deleitarse en ella misma.
Será una nueva nación. Pueblo para servir, hacer misericordia.
Instrumento de nuestro Dios para bendecir a otros pueblos. Esa será su misión hasta que nuestro Señor Jesucristo vuelva nuevamente a la tierra.
El Ángel de la Iglesia: “Porque cuando todos los países cerraban las puertas en Sudamérica, a mi Pueblo Amado Israel, ustedes sin fingimiento y alegría de corazón, lo recibían en sus
puertos, no me olvido de ello, ahora serán un solo Pueblo”.
El que bendice a Venezuela será bendito.
“Todos los venezolanos serán salvo, porque así me ha placido”.
Venezuela es y será un país para la Gloria y Honra de nuestro Dios.
Pablo, llamado apóstol de Jesús, el Cristo, por voluntad de Dios, a vosotros, que estáis en Venezuela y los que están en el exilio, América, Europa y los confines del mundo , gracia y paz de Dios, nuestro Padre, por nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.
Hermanos, Dios les ama mucho, y nosotros sabemos que él los ha elegido antes de la fundación del mundo para que sean su pueblo.
Pero supe que se alejaron del Dios Vivo para seguir a un hombre como su dios, engendrado según la carne.
Este hombre no únicamente peco sino que llevo a pecar a todo el país,
Llevándolos a la brujería hechicería e inmundicia.
Por eso nuestro Dios permitió la corrección que ustedes viven.
A los exiliados en el mundo, les manda nuestro Señor Jesucristo, dejen el nombre de Venezuela en alto. Cada uno de ustedes son embajadores de su patria, por lo tanto de Dios.
La dispersión del Pueblo venezolano ha finalizado, nuestro Dios y Padre los traerá nuevamente a su tierra,
El ha visto las lagrimas de cada uno de ustedes, pero de este proceso ha sacado fruto de humildad, que como un aroma fragante llega hasta el cielo.
El Principio y Fin ha declarado que restaurará a Venezuela, donde todos los ojos que vieron su
humillación, observaran su grandeza.
La lluvia postrera será mejor que la primera. La recuperación espiritual y moral se ha iniciado. Venezuela vivirá nuevamente.
Se elevara, no únicamente para deleitarse en ella misma.
Será una nueva nación. Pueblo para servir, hacer misericordia.
Instrumento de nuestro Dios para bendecir a otros pueblos. Esa será su misión hasta que nuestro Señor Jesucristo vuelva nuevamente a la tierra.
El Ángel de la Iglesia: “Porque cuando todos los países cerraban las puertas en Sudamérica, a mi Pueblo Amado Israel, ustedes sin fingimiento y alegría de corazón, lo recibían en sus
puertos, no me olvido de ello, ahora serán un solo Pueblo”.
El que bendice a Venezuela será bendito.
“Todos los venezolanos serán salvo, porque así me ha placido”.
Venezuela es y será un país para la Gloria y Honra de nuestro Dios.