Figuras del Periodismo Amazonense
Por José M@ Ventura
Desde niño se crió explorando el inmenso bosque selvático que fue su cuna y hábitat natural. De joven comenzó a navegar el caudaloso padre río, convirtiéndose en todo un baqueano. De adulto, formó parte de la famosa expedición franco-venezolana que descubrió las fuentes del Orinoco en 1951.
Había nacido un 20 de junio de 1929 en las entrañas de la selva amazónica en un “sitio” de Tamatama (Alto Orinoco) conocido como La Reforma; hijo de la conuquera Bonifacia Yanave y de un cauchero de origen francés llamado Joseph Level.
Esa manía de andar descubriendo cosas, lo llevó a encontrarse con el periodismo. Desde 1962 comenzó a editar en San Fernando de Atabapo el periodiquito “El Pregón”, el cual hacía a máquina de escribir y llegaba a reproducir hasta 10 hojas. Allí, informaba las cosas del pueblo, lo que había que hacer; le exigía al gobierno resolver los problemas que se tenían en la comunidad: mal funcionamiento del dispensario de salud, falta de alimentos en los comedores escolares, la falta de electricidad y muchos otros. Eran tiempos de los copeyanos en el poder con Francisco “Paco” Ettedgui, recién estrenándose como gobernador del extinto Territorio Federal Amazonas.
A través del periodismo Silverio Level pudo resolver algunos entuertos en la gobernabilidad atabapeña. Cual Marcelino Bueno, escribía y sacaba copias con papel carbón y repetía varias veces la operación porque en Atabapo no existía la fotocopiadora, el multígrafo ni mucho menos la imprenta.
Hasta el año 1964, estuvo don Silverio, cual Quijote, batallando con la máquina de escribir, luchando contra los molinos de viento de la ingobernabilidad atabapeña. Ese año recogió sus “macundales” y se marchó a Puerto Ayacucho. Cuando llegó a la joven capital, un impresor de cuyo nombre no pudo acordarse, le pidió prestado sus archivos originales y que para “copiarlos”, y allí se perdió ese valioso registro histórico del periodismo atabapeño.
Don Silverio Level, en su afán por apreciar y rescatar la memoria histórica amazonense, siempre fue un hombre preocupado por sus orígenes. Rememoraba que gracias a él, pudo rescatarse partes de la imprenta que llegó a San Carlos en 1884. En 1965, bañándose en las turbias aguas de Río Negro encontró el mango de la imprenta. Tiempo después, descubrió que el señor Cipriani tenía en la entrada de su casa la plancha de la misma. Luego de corroborar datos y con apoyo del jefe civil, llevó a la Prefectura ambas partes de la histórica imprenta. Luego notificó al Concejo Municipal de Puerto Ayacucho del hallazgo, pero al parecer –comentaba don Silverio- a nadie le importó el hecho de esas valiosas e históricas piezas. Eran tiempos del gobierno del señor Ramón Narváez (1965).
Así las cosas, con el paso del tiempo, Don Silverio Level dejó a un lado sus inquietudes periodísticas y se dedicó en Puerto Ayacucho a otra de sus pasiones: la etnobotánica, recetando mágicas infusiones y elíxires a todo aquel que necesitase de sus saberes ancestrales. Nuestro destacado descubridor de las fuentes del Orinoco y rescatista de partes de la histórica imprenta de Marcelino Bueno, falleció en Puerto Ayacucho el 1 de noviembre de 2008.