Este caso preocupa, particularmente venia haciendo un seguimiento al trabajo periodístico del colega Luis Alejandro Acosta, de alto riesgo y peligroso por tratarse del mundo del negocio del oro, ilegal, contaminante, irreparable y monstruoso ecocidio y del que nadie se hace responsable y se desconocen las declaraciones de zonas de reserva y de parques nacionales. Negocio de mil cabezas, donde están involucrados “intocables” y no intocables victimas de la grave crisis a la que estamos sometidos, entre ellos los parientes indígenas hermanos.
Muchos son utilizados, explotados y los intereses enfrentados.
Al margen de algunas consideraciones personales y políticas en torno a Luis Alejandro, quiero referirme a su condición de periodista. Sobre ello es importante hacernos algunas preguntas e incógnitas al respecto ¿Cuáles fueron las razones de su detención? ¿Cuáles fueron las justificaciones que esgrimió el organismo de seguridad al momento de efectuar el procedimiento.? Hay quienes hablan de un silencio y posible secuestro oficial en el caso. ¿por qué?
Ahora las incógnitas que surgen ¿Se le respetará su derecho como ciudadano y del ejercicio profesional? ‘¿Estaremos frente a un caso de atropello de la libertad de expresión y coartar en derecho a la información? ¿Se le garantizará el debido proceso judicial?
Éstas, entre tantas preguntas e incógnitas, que podemos hacernos por los diferentes elementos y circunstancias que rodean el caso, de las que hicimos referencia al principio.
Sin embargo, por lo delicado del asunto, esperamos haya un justo trato con el colega periodista, con el que nos solidarizamos y deseamos salga airoso en su temible ejercicio profesional en las minas de oro. llueve pero escampa y la verdad aunque duele…ojalá te dé la razón.
*Periodista

Por Web Admin

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