Por Nelson Ventura. Puerto Ayacucho 31 de julio de 2023
Desde hace varios años hemos visto reportes de este proceso destructivo, de la sede de la Universidad Santa María, ubicada en el céntrico Paseo Atures de la ciudad de Puerto Ayacucho.
Comenzaron llevándose los aires acondicionados, en otra etapa las instalaciones eléctricas, el cableado en repetidas oportunidades. En los últimos dos años comenzaron a cargar los escritorios, los pupitres, las rejas metálicas, ventanas, el cercado, las cerámicas.
Llama la atención que hace un año ya no es solo el hurto calificado de bienes y servicios de nuestra digna casa de estudios, es la destrucción de la sede, de sus pizarras, de sus puertas, de sus paredes. Es la destrucción, tal como ocurre en la Universidad de oriente y otras instituciones, alguien dio la orden de destruirla.
Han dejado mensajes de odio en sus actos, con ensañamiento y alevosía, han destruido la sede de una casa de estudio que ha producido unos mil profesionales de alta competencia.
Pese a todo este terrible acontecimiento, la universidad sigue cumpliendo su misión de formar profesionales de calidad en las carreras de contaduría, administración y derecho.