Por Nelson Ventura
CNP 26.471
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El día que nuestro pequeño mundo cambió, cambió por una horas, este 27 de junio de 2023, pese a ser un día cotidiano en la aldea global, para nosotros fue un tanto inusual, parecía estar en el reino de Dios, en el cielo, en el infinito, todo en armonía.
Los profesionales de la comunicación social en Puerto Ayacucho nos dimos fuertes abrazos que se sintieron en el alma, nos aplaudimos y nos reconocimos olvidando las diferencias, los colores que nos distinguen, los egos que nos impulsan, las ideologías que nos separan.
Ese día el párroco Juan Carlos Pérez en su homilía nos dijo entre otras cosas: “el comunicar es un arte, el poder convencer a otro es también una estrategia para que se sienta capaz de asumir la libertad.
Que no haya pelea entre hermanos, es la palabra clave de hoy, de la que ustedes tienen que ser portavoces ante el país y ante el mundo. El comunicador social tiene una responsabilidad en la buena marcha de la sociedad, tiene la capacidad de ser un agente de paz. Refirió el Salmo 14.
La palabra tiene una fuerza que puede construir o puede destruir, la palabra puede cambiar o transformar la vida de una persona y así a las estructuras sociales. El periodista tiene un papel fundamental en la vida del país, ustedes tienen que ser esos anunciadores de la verdad. ¿Qué es la verdad? es tener la originalidad, el fundamento, lo objetivo, lo real, lo visible, lo tangible
La Verdad los hará libres, nuestro pueblo de hoy debe ser bien informado, necesita saber la verdad para tomar conciencia
No es fácil ser periodista, es una carrera de riesgos que conlleva a asumir un compromiso de vida, luchar por la verdad en el día a día. Esa verdad la vemos en el rostro del amazonense que busca todos los días encontrar esperanzas, encontrar paz, serenidad, encontrar oportunidades para satisfacer sus vida. Tienen ustedes una gran responsabilidad sobre sus hombros, el anunciar la verdad, buscando siempre el bien de todos a través de la información.
Siempre como Jesús, dar una palabra de vida, una palabra de aliento, que estimule, que estimule a no quedarse en el letargo, el pesimismo y lo negativo, sino a la motivación que lleve al hombre asumir sus propias realidades para sentirse libre”.
Ese día, nos sentimos personas extraordinarias, que nos reunimos con la idea de compartir, que lo vivimos con humildad, que fuimos lo que realmente somos, humanos; disfrutamos unas horas en unión, así fue este día del periodista, de verdad sentimos fraternidad, una verdadera convivencia humana.
Ahora cada uno volvió a su trabajo, a sus programas, sus cámaras y grabadoras, con sus problemas, con sus sueños, con su partido, con sus colores, con sus egos, sus esperanzas, pero estoy seguro que fueron felices ese día en que nos amamos sin habernos visto antes.
Vivimos un día en el paraíso, sentimos en lo más profundo el placer de la bondad, experimentamos en fraternos abrazos la pureza de ser parte de un gremio que nace apenas, pero que promete mucho, preparémonos, trabajemos duro y no perdamos la esperanza de contar el año que viene con un día en que podamos bailar y volver a ser felices, a pasar momentos increíbles al menos por un día, el día del periodista.

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