Ficha Técnica
*Dr. José Antonio Pereira Galletti
*Médico Cirujano. UCV 1961. Endocrinólogo.
*Mas de 62 años de ejercicio. Diversos cargos públicos
*Casado con Silvia Belén Hernández
*Hijos: Silvia, Carmen Margarita, María Gabriela y José Antonio
La frase
“El regalo para Puerto Ayacucho en su centenario
es acabar con la anarquía que existe, la gente no respeta, no sabe de normas, de reglas, de convivencia.”
Por Nelson Ventura, Rossana Foresto y Alejandro Benítez.
Puerto Ayacucho 15/7/2023
Larga experiencia médica
63 años de haberse graduado de médico cirujano en la Universidad Central de Venezuela, para los ayacuchanos, significa una leyenda moral y ética, un firme testimonio de vida ejemplar que puede emular las presentes y futuras generaciones para encontrar la sociedad que buscamos. El Dr José Antonio Pereira Galletti, medico endocrinólogo, nació en San Carlos de Rio Negro, diciembre de 1934, criado en Puerto Ayacucho es, un triunfador, su rostro expresa la humildad de los triunfadores que hacen grande a los pueblos.
La medicina, una meta lograda Nunca dudó en ser médico, desde pequeño le atrajo la carrera de medicina, se lo propuso como meta y lo logró. Siempre le gustó el campo y ejerció la medicina, Vino a Puerto Ayacucho a trabajar recién graduado.
Sufrió discriminación política
Recién graduado no lo aceptaron aquí por razones políticas, es un hecho muy singular, narra entre risas, era el gobierno de la guanabana, estaba de gobernador el señor Arístides Prato y de Secretario de gobierno el señor Cardier; cuando fue a estudiar firmó un contrato de beca, que lo obligaba una vez graduado venir a ejercer aquí, y así fue, dice, rechazó los cargos que le ofrecieron en Caracas, al llegar acá le dijeron que no se preocupara que estaba exento de cumplir la cláusula, porque no había cargo. Cargos había, el problema estaba en que era amigo de los “urredistas” de esa época, como Luis Arcadio Barrios, Manuel Bustos, Vicente Borgos Manuel Henríquez, entre otros. Alguien les comentó que sería un buen candidato a diputado y ese era el temor.
Fructífero servicio al país: estudios en Londres
Ese hecho lo obligó a buscar cualquier cosa, pues su esposa estaba embarazada de su primer hijo. El médico Ovidio Catelani del programa de lucha contra la malaria, lo invitó a Maracay y allí lo seleccionaron para hacer un curso internacional de malaria. Logró ser el primero del curso y ganó una beca para ir a estudiar a Londres una maestría superior en salud pública, durante dos años.
Director del Hospital y la Dirección de Salud
Regresa en un momento aciago porque su papá estaba muy grave y renuncia al cargo para atenderlo. Su padre fallece en Puerto Ayacucho y quedó trabajando en el Hospital Dr José Gregorio Hernández como residente. Al poco tiempo lo promocionan para la dirección del hospital, luego a la dirección de salud del estado.
En Carabobo y Monagas
Cambios políticos lo llevan a Valencia a trabajar al lado del Dr Malpica en el Servicio Cooperativo, mas tarde fundó y dirigió el Servicio Cooperativo de Salud Pública del estado Monagas, donde residió cinco años.
División de Enfermedades Crónicas
Fue jefe de la División de Enfermedades Crónicas del Ministerio de Salud que tenía que ver con la lepra, la fiebre amarilla, la tuberculosis, la diabetes. Fundó el Programa Nacional de Lucha contra la Diabetes y el Centro Nacional de la Diabetes en el Algodonal y se hizo en todo el país una Unidad de Atención al Diabético, en esa época la diabetes era como la cuarta causa de muerte en el país, cada hora moría un diabético, es lo más resaltante de una historia laboral, refirió.
Resurgen enfermedades crónicas
Incuestionablemente actualmente las cosas se han recrudecido. En su época ya se había erradicado la malaria, el paludismo y la tuberculosis había dejado de ser un problema; la incidencia en esa época era de 5 mil casos, ahora aparecen 15 mil casos cada año; la tuberculosis la lesmaniasis, la lepra y otras enfermedades crónicas están renaciendo, ahora las cosas están peores que antes, los hospitales están desasistidos. Cuestionó.
Equipar los hospitales
Lo recurrente, que nunca se ha resuelto en materia de salud, es el equipamiento de los hospitales. El gobierno debería esmerarse por tener un hospital totalmente equipado para recibir a cualquier paciente. Aquí los hospitales carecen de cualquier cosa y hasta de médicos. Ha habido una diáspora increíble de médicos, se han ido del país más de 40 mil médicos, capacitados, especialistas
El legado
Un programa de televisión de temas médicos por ocho años. Fundamos un Club para atención al diabético en el IPASME, visita a las comunidades indígenas, conversaciones con los médicos recién graduados, fundamos el Colegio de Médicos en su momento, ese es el legado.
La salud en la comunidad indígena
La salud indígena es un tema complicado, porque los indígenas tienen su propio sistema de asistirse, tiene su Chaman. El padre Coco en Mavaca en el Alto Orinoco le contó como ellos se asistían y casi no permitían que otras manos les pusieran manos a sus pacientes. Los indígenas son felices en su ambiente, en su forma de vivir, en su forma de ser, cuando algo irrumpe en esa “felicidad” todo se echa a perder. Ellos tienen su cultura, su forma de vivir. Hablar de medicinas para ellos es un tanto difícil y complejo, afirmó.
Debemos acabar con la anarquía
El galeno cree que a esta ciudad le hace falta de todo en su centenario, el primer regalo es acabar con la anarquía que existe, la gente no respeta, la gente no sabe de normas, de reglas de convivencia. El Puerto Ayacucho donde él se crio era bello, éramos pocos y todos nos respetábamos y nos queríamos, nos llamábamos por nuestros nombres, las casas dormían con las puertas abiertas.
Amor para el desarrollo
Al estado Amazonas para que encamine su desarrollo le falta mucho amor, conocimiento, un buen asesoramiento de gente que quiera este pueblo. No es posible que a estas alturas vivamos como encerrados, las vías de comunicación en pésimas condiciones; la falta de gasolina, de aviones, las casas hay que protegerlas.
Siempre quiso ser médico
Contó que aquí hubo un medico trigueño, proveniente de las islas del Caribe, de apellido Quinsley, muy dado a asistir a la población y el siendo niño lo veía y se entusiasmaba. Cuando pequeño siempre le decía a sus padres que quería ser médico.
Ser honestos y servir a la patria
Invita y convoca a las nuevas promociones de muchachas y muchachos, primero, a ser honestos, a emprender con energía y entusiasmo la voluntad de servir a la patria, a la patria chica, de no despreciarla, de no deteriorarla, estudiar con entusiasmo, con ahínco, ser buenos venezolanos, ser buenos ayacuchanos, cree que no es difícil hacerlo. Pese a que estamos sometidos a muchas tentaciones, éstas se pueden combatir, aconsejó.
El respeto, el valor por rescatar
El valor que debemos rescatar de primero en estos tiempos, el respeto, si yo te respeto a ti, tu me respetas a mí y hay convivencia, hay cohabitación normal, finalizó.