Por Nelson Ventura y Rossana Foresto. Puerto Ayacucho, 22 de Octubre de 2022
Desde hace 27 años se viene celebrando el Rosario de la Fraternidad en Puerto Ayacucho, actividad católica mariana fundada por el Párroco Antemone Fontana en 1996. Un encuentro de profesión de fe en Jesucristo y su madre María.
Esta vigésima séptima edición del rosario esta sellada por el llamado del papa Francisco a caminar juntos, iglesia y pueblo, como esencia de la sinodalidad, así acudió la gente a orar y elevar peticiones a Dios por intercesión de su Madre.
La espiritual concentración fue en la Redoma de los Símbolos vía al aeropuerto de la ciudad de Puerto Ayacucho. En la multitudinaria concentración se sentía la presencia del Espíritu Santo, la presencia del poder de Dios, se siente que la oración colectiva tiene fuerza.
El camino tomado por cada uno para llegar a este lugar es el símbolo de lo que nosotros estamos llamados hacer, caminar juntos hacia una misma meta, valorizándonos los unos a los otros, reconociendo el valor de los niños, adolescentes, la riqueza de los jóvenes, la madures y la riqueza en la fe de nuestros adultos y también la alegría y el entusiasmo de nuestros ancianos, esa es la sinodalidad. La multiplicidad de rostros, edades, de presencia y de colores es el símbolo de la sinodalidad, es una experiencia de fraternidad, expresó el Obispo Yony Reyes en su saludo inicial.
Recordó la carta del Rosario del papa Juan Pablo II cuando dijo “María no nos aleja de Cristo, María nos lleva a Jesús”
Venezuela nos necesita mejores cristianos, mejores ciudadanos, definidos, alegres, contentos con nuestra fe para transmitirla, para que Venezuela pueda ir resurgiendo nuevamente. María es discípula y misionera de la misericordia, expresó.
El Ayacuchano tomo algunas opiniones de la feligresía asistente, para ellos el Rosario de la fraternidad es:
Un encuentro en familia. Una oportunidad para que todos hagamos una oración familiar. Pedirle a María por la situación que vivimos, porque ella es nuestra intercesora.
Es un momento especial donde los amazonenses nos encontramos para hacerlo juntos.
María es nuestra madre y es muy importante pedirle a María que le pida a su hijo ruegue por nosotros.
El Rosario un reencuentro en familia desde hace 27 años y aun se mantiene esta tradición entre nosotros.
El Rosario de la Fraternidad se ha convertido en una tradición del pueblo de Amazonas, significa el hecho de orar juntos, como fraternos hermanos, como pueblo amazonense.
Es una expresión muy particular para la Iglesia Amazonense, para la evangelización a nivel de masas, en la que todas las personas se movilizan por un mismo sentir, orar y rendir honor a nuestra madre María.
Las intenciones en el rosario son infinitas son por el país, por los migrantes, por el pueblo, por los enfermos, por la unidad, por la paz, por la fe, por la salud y todo lo que trae cada uno en su corazón.
Nos une ahora en el Rosario la sinodalidad, el caminar juntos, crecer como iglesia que camina junto es lo que queremos, le pedimos que tota la iglesia podamos caminar juntos.
El Rosario nos une en la fe, nos une como hermanos en estos momentos difíciles que estamos viviendo, renovar nuestra fe y nuestro espíritu y acercarnos al Señor, acercarnos a Dios que siempre ha estado con nosotros pero que muchas veces lo hemos olvidado, Esta es la manera de comunicarnos con el, esto es estar en sintonía con nuestra fe y en sintonía con Dios. Se orò y Dios escuchó.

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