Excelente persona y amigo es Silvio Muñoz, conocedor y defensor de nuestro pueblo. Venido desde Colombia llegó a Puerto Ayacucho en 1964. Convaleciente al momento de la entrevista por la amputación de su pierna derecha, pero con su espíritu jovial y siempre crítico.
Cuenta que lo trajo para la zona de El Vichada su tío Hugo Espinal, uno de los fundadores de Cazuarito. Con él trabajó un año y también con Doña Isaura, que tenia un restaurant en Cazuarito y siempre pensaba en su futuro.
Después fue a criar pollos durante un año a la Isla de Picure, día y noche alimentaba pollos para el engorde, cada dos horas en la noche se levantaba a darles la comida y les daba agua del río.
Aprendió la fotografía en el Lincoln Institute en Stamford Connecticut U.S.A., en esa época estudiaba por correspondencia, el curso le costó 17 Dólares. Ellos le mandaron la ampliadora, las cubetas, las pinzas, todo el material y logística para la fotografía en blanco y negro. En la Isla Picure hizo sus primeras “revelaciones” debajo de una mesa en las noches, también contaba con un filtro de luz, así empezaba a hacer algunas fotografías de forma experimental.
Un año después el señor Toro le regaló cinco pollos para que los criara para su consumo. Él venia los fines de semana a Puerto Ayacucho y se quedaba en casa de un amigo y regresaba los domingos a trabajar.
Con los cinco pollos que engordó le ofreció a Faustino del Hoyo, que tenia la tienda de fotografía de unas cámaras de segunda que vendía como nuevas, que le vendiera una y éste en principio le negó el crédito y lo regañó y le pidió que no lo molestara. Finalmente le negoció una cámara. Yasika D., dio una inicial de cincuenta Bolívares y pagó lo demás en cuotas y tomó el equipo cuando terminó de pagar. Esa cámara aun la conserva.

Silvio conserva cuatro cámaras que son de su cariño, fueron ellas las que le ayudaron a construir la casa y a educar a sus hijos, incluida la primera, la Yasika D, comprada a Del Hoyo.
Después de su trabajo con los pollos en la Isla Picure se vino a trabajar con el señor Roble que era boxeador y tenia un taller de refrigeración en la avenida Aguerrevere. Allí un día llego “Boris”, (Rafael Mirabal) lo observó manipulando la cámara y le preguntó si
era fotógrafo, le dijo que estaba estudiando. Boris era dueño de

Foto Reflex, y le ofreció un pago de cinco Bolívares diarios, un fuerte, eso ocurrió entre 1964-1965, entonces comenzó a trabajar con él.
Refiere Silvio, que Boris fue muy buen fotógrafo, aprendió mucho con el y él también aprendió algo suyo, de lo que estudió desde los Estados Unidos. Se dedicaba a las relaciones públicas y prácticamente yo era el que trabajaba. Los matrimonios, cumpleaños y eventos los cubríamos nosotros, éramos una empresa formal y teníamos buen equipo. Trabajé con Boris 9 años. Era el gobierno de Raul Leoni, él también era fotógrafo en Caracas en la PTJ.
La foto que más le gusta a Silvio, entre otras, es la del paso de Parguaza, amarraban unos bongos con tablas y pasaban a la gente, fue con un amigo de ingeniería militar a ver la carretera en el año 1965.
La foto más difícil fue cuando llegó la guerrilla a Cazuarito, fue el segundo ataque que duró de la 7 de la noche hasta la una de la madrugada. Allí vivían su papá y su mamá, estaba preocupado porque pensó que matarían a su familia. Cuenta que pasó toda la noche en las cercanías del hotel Orinoco, allí las balas pasaban, estaban en el suelo, en la mañana siguiente pudo pasar a Cazuarito, el coronel autorizó su pase, cuando llegó quedaba la humareda en forma de neblina, pensó que mataron a su familia, se asomó, estaban todavía debajo de la cama, resguardándose. Vió tres policías muertos junto a la Iglesia, la policía no dejaba tomar foto, había llegado un coronel de Carreño. Por un hueco de la casa de su papa metió el lente y logró tomar la foto de los policías recogiendo cadáveres.
Como sabia que el coronel le requisaría, tomo previsiones y ciertamente le pidió le entregara las fotografías tomadas a lo que respondió que ninguna era de importancia, antes había cambiado el rollo para proteger las fotografías, El Coronel le dijo para no quitarte la cámara me das el rollo, porque nadie puede saber esto antes que nosotros, le dije que no había problemas y le entregue el rollo y me vine, revele rapidito y mandé para Caracas las fotos, por ahí están los recortes, al otro día salió: “Tomada Cazuarito por el ELN” pero era por las FARC. En Carreño me encontré con el Coronel, me invitó a hablar, -me dijo- “Usted me echo una tronco de vaina, en ese rollo no había nada -risas- le regale un recorte de la información de EL Nacional en primera plana.

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